Volver

LINDA POR SIEMPRE



El ritmo de vida cambia a partir de cierta edad. Si fuiste de las que nunca se cuidó con las comidas y ahora estás por encima de tu peso normal, seguí estos consejos para seguir linda a pesar de todo.


Comiste a tu antojo durante toda la vida. Eras envidiada por aquellas que ya a los 12 años lo sabían todo sobre las dietas y la forma de combinar calorías. ¿Edulcorante? ¿Coca Light? Jamás en tu vida meditaste sobre privarte del placer del azúcar y de las gaseosas normales. La hora del té era sagrada con galletitas dulces, pan con manteca y leche chocolatada. Quizás alguna vez te cuidaste para bajar la panza y lucir un vestido espléndido, pero no fueron más de tres o cuatro días.

Hasta que en algún momento (agregá el adjetivo que quieras para calificar el tipo de momento) las cosas cambiaron. Por una y otra razón, comenzaste a engordar: el sedentarismo de la facultad o el trabajo, las horas sentada en una silla, la neuronas como únicas responsables del movimiento corporal, la falta de tiempo para el ejercicio físico, el aumento de vida social y sus consiguientes comilonas, la ansiedad por nervios laborales o exámenes que provocan hambre constante… Las causas del aumento de peso son amplias y requieren de todo nuestro esfuerzo creativo. Pero lo cierto es que aquel peso ideal que disfrutaste durante tu adolescencia, ahora es sólo un recuerdo.

¿Es posible regresar a aquella etapa? En principio, es importante que tengas en cuenta que cuando crecemos el cuerpo cambia, pero no necesariamente se ensancha. Quizás aumentes de peso, pero con una nueva distribución que te favorece. O no. La premisa no es volver al peso de los 15 años, sino reconciliarte con tu cuerpo y sentirte cómoda para usar lo que quieras sin vergüenza ni complejos.

La cuestión es que ya intentaste bajar de peso, pero nada. No tenés tiempo para hacer ejercicios ni tampoco para dedicarte a la cocina. A continuación, te sugerimos una lista de soluciones para bajar esos incómodos kilos de más:

- Cuando vas de compras, dedicate cinco minutos a confeccionar una lista de alimentos.

- Podés almacenar productos precocidos sanos y verduras congeladas que puedan hacerse en el microondas en 5 minutos.

- Si trabajás con Internet, aprovechá los supermercados que te permiten comprar online y te llevan el pedido a casa.

- Ciertos vegetales, como el tomate o la lechuga, permiten una preparación inmediata. Tratá de tenerlos siempre tu heladera.

- Las pechugas de pollo y las rodajas de merluza son alimentos ligeros que también ofrecen una preparación inmediata. Podés congelarlos en paquetes individuales.

- Durante las horas de estudio o trabajo, no picotees cualquier cosa, en cambio entretenete con un tentempié a media mañana y otro a media tarde.

- Si comés afuera, preferí los lugares que ofrezcan un menú con varias opciones de primero y segundo plato.

- Podés pedir dos primero como una sopa de verduras y una abundante ensalada.

- No te tientes con las guarniciones. Nada de papas fritas, quedate con las ensaladas, los tomates y los champiñones.

- Una opción interesante es saltearte la entrada, pasar directo al segundo plato y darte un pequeño gusto con el postre.

- No te dejes llevar por el hambre frente al pan con manteca mientras esperás la comida. Fortalecé la voluntad.

- En lo posible, intentá elegir lugares en los que predominen los platos de verdura y pescado.

- Medite con los aderezos. Quizás la ensalada puede ser muy light, pero las salsas pueden arruinarlo todo y aportar las calorías de una pizza entera.

- En cuestiones de lácteos, inclinate por el yogur, la leche descremada y el queso muzarella.

- Para las carnes, preferí la pechuga de pollo, el churrasquito magro y el pescado blanco.

- Si no podés resistir la tentación de las harinas, elegí el pan integral los fideos chinos y el arroz.

- Para darle sabor a las comidas, elegí pimienta, ajo, orégano, albahaca, romero, mostaza… te evitarán usar demasiada sal.

- Date el gusto con kivis, manzanas, mandarinas y uvas.

- No te olvides de hacerte un espacio para el ejercicio. Podés elegir entre la marcha aeróbica, tenés mucha energía para realizar cualquier actividad, incluso las más intensas. Elegí un deporte que te divierta: tenis, natación, paddle. Para los ejercicios podés elegir spinning, steps, gimnasia jazz.

Volver