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Mitos sobre el acné
 

No creas todo lo que se afirma respecto del acné. En muchos casos, no dejan de ser mitos y rumores sin fundamento. Enteráte y desterrá prejuicios acerca del odioso acné.

El acné es padecido sólo por las pieles grasas. FALSO.
El acné no es un problema exclusivo de pieles grasas. Su presencia no depende del tipo de piel, sino que sus causas son más complejas: herencia genética, problemas hormonales, estrés.

Sólo las adolescentes sufren de acné. FALSO.
El 90% de las mujeres lo padecen en algún momento de su vida, antes o después de la adolescencia. En ocasiones, aparece junto con la menstruación o en períodos de mayor tensión nerviosa.

El acné se relaciona directamente con la limpieza de la piel. FALSO.
La causa principal del acné se encuentra dentro del cuerpo, no en la superficie de la piel. La limpieza puede mejorar o empeorar su estado. Incluso, una limpieza agresiva puede arruinarlo todo.

La mejor solución es el jabón junto con una frotación vigorosa. FALSO. La limpieza agresiva no hace más que empeorar el caso. Se irrita la piel, la infección se extiende y el efecto rebote suele ser peor que el estado anterior.

La exfoliación es buena para el acné. VERDADERO.
Un grano aparece cuando la grasa queda atrapada en el interior del folículo piloso sellado por las células muertas de la superficie de la piel. La exfoliación, por eso, ayuda a eliminar las células muertas y evita que se forme el grano.

Los puntos negros no son acné. FALSO.
El acné no se reduce a los granos. Los puntos negros son poros en los que se acumulan células muertas y son considerados como acné.

Comer chocolate provoca acné. FALSO.
La alimentación no contribuye a la aparición del acné, no el chocolate ni los embutidos. Ahora bien, esto no significa que haya ciertos alimentos que te sienten mal y te generen una reacción que produzca la aparición de granos.

La exposición frecuente al sol es buena para tratar el acné. FALSO.
El sol, en pequeñas dosis es bueno, pero una exposición continuada termina secando la piel y puede contribuir a la obstrucción de los poros que dará como consecuencia la aparición de acné.


¿Cómo disimular imperfecciones con el maquillaje?

Nada peor que justo el día en el que querés estar radiante y perfecta, un odioso granito aparezca en el medio de tu cara. A no preocuparte, tenemos la solución para que ni vos ni nadie lo note.
En primer lugar, debés comenzar desterrando, una vez más, mitos. Secar un grano es lo peor que po
dés hacer si querés ocultarlo. Con el maquillaje basta y sobra para disimularlo. Y último, el corrector se aplica sólo sobre las ojeras.

Por eso, tus herramientas básicas serán una crema hidratante libre de aceites, un maquillaje en crema y polvo volátil, en lo posible, con pigmentos amarillos.

Deberás extender la hidratante por toda la cara, especialmente, sobre el granito dejando que absorba bien. El objetivo es que la superficie del problema esté lisa, ni seca ni rugosa, dado que es más sencillo cubrir una superficie suave.

Luego, con un pincel finito o la yema de los dedos, aplicás el fondo de maquillaje sobre la superficie del grano. Nada de corrector. Tené en cuenta que la función del antiojeras es iluminar una zona oscura del ojo, por lo tanto, su ponés corrector lo único que conseguirás es llamar la atención sobre el grano porque le darás mayor luminosidad.

Por último, sellá con polvo volátil en tonos amarillos con la ayuda de una brocha. A la hora de comprar polvos o base de maquillaje comprobá las tonalidades, dado que la mayoría posee pigmentos rosas.

Además de realizar este procedimiento, podés pintarte los ojos o la boca de manera llamativa para que la atención se centre en otro lugar de tu rostro.

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