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Un spa en la ducha

Aprovechá el momento de la ducha para salir de la rutina diaria. Podés convertir tu cuarto de baño en un spa y dedicarte tiempo para un completo tratamiento de belleza


Limpiar. Es el objetivo obvio de un buen baño. Pero, ¿por qué no interrumpir la rutina diaria e innovar agregando nuevas funciones al ritual de limpieza de cada jornada? ¿Opciones? Exfoliar, estimular, hidratar y perfumar.

Se trata de aprovechar los beneficios del agua y el momento de relajación que nos ofrecen los minutos de la ducha. Tomate tiempo para mimar y poner linda tu piel.

Limpiar
La limpieza del agua sobre la piel puede transformarse en un interesante baño sauna. Lo básico: dejar correr agua bien caliente para que el vapor inunde todo el ambiente. Luego, podés aplicarte una máscara sobre la cara durante 15 minutos. ¿El efecto? El vapor permite que los poros se abran y puedan recibir mejor los principios activos del tratamiento. Eso sí, para retirarla tendrás que aguantarte el chorro de agua fría de manera tal de cerrar los poros. Compañía ineludible: un buen toallón para descongelarte después del hielo.

Exfoliar
Es cuestión de pulir la piel. Ojo!!! No con una lija de carpintero, por favor. Existen productos especiales para exfoliar: esponja vegetal, guante de crin o bien un cepillo suave. También es posible utilizar tratamientos exfoliantes como los jabones o cremas de espuma. Se trata de eliminar las células muertas y dejar la piel preparada para cualquier clase de tratamiento posterior. La exfoliación refina la epidermis, ilumina, suaviza, activa la circulación y cierra los poros. Los movimientos deben ser suaves, con cuidado de no lastimar la piel, friccionando especialmente sobre codos, rodillas y tobillos.

Estimular
Luego de una estimulante exfoliación podés completarla eliminando los restos con una ducha tonificante. Es decir, dejá correr por unos minutos agua bien caliente y después, animate al agua fría, que termina por levantar todos los corazones. Resulta interesante aprovechar el chorro caliente y focalizarlo sobre aquellas zonas tensionadas: espalda, pecho, cuello, cintura. Existen productos como gel de ducha energizante o geles relajantes con aceites y sales minerales.

Hidratar
Una vez terminada la ducha, la piel necesita unos mimos especiales para reponer la capa de agua que la protege del exterior, la plastifica y le da elasticidad. ¿Qué hacer? Recurrir a un buen hidratante para el cuerpo que reafirme y suavice. Sus efectos serán inmediatos dado que la piel se encuentra en perfectas condiciones para absorber los principios activos de cualquier producto. Es el momento de realizar masajes tanto relajantes como para prevenir y combatir la celulitis. Los movimientos deben ser constantes y uniformes, más vigorosos en la musculatura, de manera que la relajación se propague hacia todo el cuerpo.

Perfumar
Estás lista, sólo te falta la estela de un perfume suave para completar el tratamiento. La mayoría de las líneas de fragancias cuentan con emulsiones de especiales para todo el cuerpo que hidratan y alargan la vida del perfume.

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