La gimnasia pasiva consiste en la estimulación eléctrica de grupos musculares para tonificar, da elasticidad y endurece el músculo por contracciones isométricas. La electroestimulación sigue un proceso de actuación que va desde los tejidos más internos del organismo hasta los más externos. Las zonas en las que se puede aplicar la electroterapia son múltiples: glúteos, caderas, estómago, piernas y brazos.
En primer lugar, se tonifica el músculo atónico mediante una contracción muscular que se mantiene durante unos instantes y que tonifica y reafirma la fibra muscular.
A continuación, si existen tejidos adiposos, se eliminan mediante una corriente continua del aparato de electroestimulación, que reduce la retención de líquidos y mejora la circulación. Posteriormente, se intervendrá sobre el tejido más superficial para tonificar la epidermis y darle una mayor elasticidad.