Cuello y escote
en escena
Excluidos
de los cuidados cotidianos, el cuello y el
escote constituyen piezas fundamentales de
la arquitectura corporal. La piel del cuello y el escote es más frágil que la del rostro debido a que su película hidrolipídica no es suficiente para asegurar una tasa de hidratación que plastifique y mantenga elástica la capa córnea. Además, se trata de zonas con una mayor exposición al sol por lo que el fotoenvejecimiento se nota antes. Sobre el escote suelen verse manchas solares, granitos y pequeñas arrugas similares a las estrías. El cuello es amenazado por los llamados “anillo de Venus” que son esas arrugas horizontales que lo decoran como si fuera una gargantilla. Ni que hablar del doble mentón, o más conocido como la “papada” que se origina por la temprana aparición de la flaccidez.
¿Qué
Al igual que el rostro, se deberá prestar atención a los cuidados cotidianos, desde la limpieza diaria y la hidratación hasta la exfoliación.
La limpieza puedes realizarla con el mismo
producto (gel, leche, crema o tónico) que
utilices en el rostro para desmaquillarte.
De todas maneras, existen productos
específicos para estas zonas cuya misión es
tensar de inmediato, estimular la
regeneración celular, cohesionar la capa
córnea, hidratar y reactivar la
Por último, se recomienda la exfoliación una vez por semana. En todos los casos, las cremas deben aplicarse con masajes circulares ascendentes. El maquillaje adecuado El principio es archiconocido: la base de maquillaje debe aplicarse no sólo sobre el rostro, sino extenderse al cuello y tonalizar el escote. Se puede matizar el color con polvos de maquillaje para que la piel tenga un aspecto uniforme y eliminar los brillos.
EL LÁSER ES UNA ALTERNATIVA PARA TRATAR LAS
ARRUGAS, |