Un must del otoño es la piel satinada, perfecta, impecable. Aunque a primera vista no se destaque como el resto del maquillaje, su función resulta fundamental para realzar el color de las sombras, rubores, labiales. Sin un efecto de transparencia de la base y de corrección de imperfecciones, el resto pierde brillo.

La calidad y la aplicación de los fondos de maquillaje encierran numerosos secretos. En primer lugar, se debe respetar al máximo el tono de la piel. La función de estos productos no es aclarar ni oscurecer la tez, sino uniformar la superficie.

La combinación con correctores y polvos volátiles generarán un efecto definitivamente exitoso: cubren imperfecciones, iluminan, despejan el cansancio y eliminan brillos.

Consejos

- Un buen resultado dependerá de la preparación de la piel: limpiar, tonificar y humectar.
- No es posible encontrar un tono exactamente igual a la piel, pero dentro de las alternativas se deberá elegir la más parecida. Lo mejor es probar los tonos en la nariz o en la frente y no en la mano como se acostumbra.
- Una gran cantidad no asegura buenos resultados, sino al contrario. Siempre es mejor menos, en todo caso, hay tiempo para agregar.
- Los dedos son la mejor herramienta a la hora de esfumar el producto. Desde el centro hacia los laterales. Prestar atención a las zonas del nacimiento del pelo y sobre los extremos del hueso de la mandíbula para quitar límites entre la cara y el cuello.
- Para las que tienen pieles blancas y rosadas (rubias y pelirrojas) conviene utilizar bases beige con pigmentos dorados. Las morochas, generalmente con tonos mate, es mejor aplicar bases que tiendan al rosado para lograr una mayor luminosidad.
- Sobre el contorno de los ojos no se debe aplicar base, sólo corrector.
- A la hora de retocar el maquillaje, jamás se debe colocar base sobre base. Vale la pena tomarse unos minutos más y limpiar la piel o retirar el producto con toallitas desmaquillantes o papel tissue seco colocando sólo polvo compacto.

Texturas para elegir

- Cremosas. Especiales para pieles secas y desnutridas. La desventaja es que suelen ser demasiado gruesas.
- Compactas. Se las llama bases-polvo y son ideales para pieles normales que no presentan imperfecciones.
- Líquidas. Aconsejables para pieles grasas dado que son libres de aceite y no obstruyen los poros. Además, absorben peligrosos brillos generando un efecto translúcido y natural.
- Inteligentes. Dirigidas a pieles mixtas. En la zona T (frente, nariz y mentón) eliminan los brillos y generan un efecto mate, mientras que en el resto de la cara hidratan.