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SECRETOS DEL AGUA TERMAL


Aunque te parezca que sus propiedades no ofrecen ventajas respecto del agua corriente, el agua termal esconde beneficios para la belleza de tu piel.

Quizás, a primera vista, el agua termal pareciera un producto sin utilidad. De aspecto exacto al agua de la canilla, las aguas envasadas en aerosol no parecieran prometer grandes beneficios. Sin embargo, por ejemplo, en los reportajes a modelos (trabajo que requiere necesariamente cuidados estéticos en máxima expresión), rara es la ocasión en la que no se confiesan adictas al agua termal, tanto que siempre llevan una en su bolso.

De lo anterior se puede concluir que, contrariamente a la evidencia, las aguas termales esconden beneficios que no se traducen en fragancias agradables, tonos higiénicos, ni partículas de limpieza. No, sus ventajas se cifran, justamente, en la pureza del producto.

Si bien uno de sus usos más extendidos es el de refrescar la piel en los días de calor o durante largos viajes, este básico de belleza ofrece otras posibilidades gracias a sus propiedades calmantes, desensibilizantes y cicatrizantes. Tales son sus virtudes que, las aguas termales naturales, sin conservantes y bacteriológicamente puras, resultan excelentes tratamientos de belleza cosméticos.

Ahora bien, tanto halago, pero ¿cuál es su utilidad concreta? En principio, pueden usarse para energizar la piel por la mañana y activar la circulación sanguínea, para refrescar la piel durante el día, para calmar irritaciones, como tratamiento complementario después de sesiones dermatológicas, después de la depilación, para favorecer la cicatrización, para relajar párpados hinchados.

Además, el agua termal se indica especialmente para las pieles más sensibles. Por ejemplo, si tu piel se resiente cada vez que la lavas, podés aclarar con agua termal sustituyendo así al agua corriente.

Uno de sus usos menos conocidos es fijar el maquillaje vaporizando suavemente (con la suficiente distancia para que el spray no te empape la cara) y dejando secar.

Si la usás como limpieza o con una función refrescante, dejála actuar unos segundos y después secá suavemente con pequeños golpecitos con un algodón o pañuelo de papel.

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