LA LIMPIEZA FACIAL La piel que cubre al rostro es la más expuesta al polvo y contaminantes ambientales, elementos que la llenan de impurezas, irritan y hacen susceptible a desarrollar puntos negros, espinillas y barros si no se tiene adecuada limpieza. Lo anterior se debe a que la suciedad acumulada tapa los poros, lo que aunado a secreción de sebo da paso a la formación de dichas lesiones. En este contexto la limpieza facial tiene papel protagónico, ya que elimina mugre y maquillaje, con lo que permite que el cutis respire y se mantenga sano y radiante. Hay diversas maneras de realizar esta rutina, las cuales incluyen el simple lavado con agua y jabón, exfoliación y tratamientos con acción profunda, mismos que además favorecen la renovación celular, circulación sanguínea del rostro y nutren la epidermis. Ante tales necesidades, la industria cosmetológica ha desarrollado toda una gama de productos limpiadores para todos los tipos de piel, los cuales proporcionan beneficios extra, ya que ayudan a retener la humedad, incrementan la elasticidad en los tejidos y retrasan el envejecimiento prematuro. Pueden encontrarse en múltiples presentaciones, por ejemplo, barra dermolimpiadora, crema, gel, solución y espuma. Paso a paso
Aunque al siguiente día se lave el rostro durante el baño no es suficiente, pues durante la noche no respiró adecuadamente ni descansó; por tal motivo, es necesario sacudir la flojera y lavarse la cara dos veces al día. Además, 1 ó 2 veces por semana es recomendable aplicar tratamientos intensivos en forma de mascarillas. Ahora bien, para que la limpieza del rostro sea exitosa es recomendable tomar en cuenta los siguientes pasos:
En caso que la piel sea muy sensible se recomienda utilizar productos hipoalergénicos. Es muy importante evitar el uso de productos cuya formulación contenga los siguientes elementos:
Importancia del vapor Si no se cuenta con un aparato de este tipo, no hay ningún problema, se puede usar una olla de tamaño mediano, lo que además nos permite aplicarle al agua algunas hierbas para obtener mejores resultados, mismas que se deben seleccionar de acuerdo al tipo de piel:
Una vez que se ha elegido alguno de los productos naturales antes citados, se realizará lo siguiente:
Independientemente de que se use vaporizador o recipiente con agua caliente, después de someterse al vapor es recomendable extraer delicadamente puntos negros (evite tocar barros y espinillas, para eliminarlos puede recurrir a productos indicados para este tipo de lesiones) y, posteriormente, aplicar loción astringente o tónico facial para cerrar los poros. Se recomienda recurrir al vapor 1 ó 2 veces a la semana. Exfoliación Por ello, es importante recurrir a cremas exfoliantes, las cuales se aplican mediante suave masaje sobre el rostro ligeramente húmedo, lo que permite la eliminación de células muertas y otras impurezas, además de que se desintoxica y revitaliza la piel, tejido que inmediatamente luce transparente y se torna terso. La efectividad de un exfoliante no depende de la fuerza con la que se frote sino de la regularidad con que se aplique, considere que sus beneficios se pierden si se usa cada varios meses y se da masaje hasta enrojecer la piel. Lo aconsejable es practicar este método al menos una vez a la semana, pues de lo contrario la epidermis se lesiona y pierde elasticidad. Mascarillas Limpiadoras. Limpian los poros y previenen brote de barros y espinillas. Exfoliantes. Poseen componentes que eliminan células muertas. Humectantes. Retienen la humedad en la piel. Purificadoras. Son ideales para energizar la epidermis y hacerla lucir radiante y llena de vida. Especiales. Útiles para problemas específicos, por ejemplo, rostro maduro o con acné. Para los ojos. Ayudan a disminuir bolsas, aclarar ojeras y prevenir líneas de expresión y arrugas. Por otra parte, cabe destacar que la tonificación representa un paso importante en lo que a limpieza se refiere, ya que los productos que se utilizan para tal fin (tónicos y astringentes) contienen sustancias antisépticas, extractos vegetales y aceites esenciales que previenen infecciones, disminuyen el tamaño de los poros e hidratan la piel. Siempre debe recurrirse a este proceso después de aplicar mascarillas y practicar vaporización y exfoliación. Asimismo, es necesario enfatizar que al finalizar cada uno de los procesos antes descritos debe humectar su cutis, pues se conservará suave y protegido contra agresiones ambientales y envejecimiento prematuro. Como puede ver, vale la pena dedicar un poco de tiempo al cuidado del rostro, pues finalmente es una de nuestras cartas de presentación ante los ojos de los demás, ya que puede reflejar salud o enfermedad, así como pulcritud o descuido. SOLICITA EN NUESTRO CENTRO INTERNACIONAL DE LA BELLEZA LOS DIFERENTES PAQUETES DE LIMPIEZA FACIAL CON LA MAS ALTA TECNOLOGIA |