Mitos sobre el acné No creas todo lo que se afirma respecto del acné. En muchos casos, no dejan de ser mitos y rumores sin fundamento. Enteráte y desterrá prejuicios acerca del odioso acné.
El acné es padecido sólo por las pieles grasas. FALSO.
Sólo las adolescentes sufren de acné. FALSO.
El
acné se relaciona directamente con la limpieza de la piel. FALSO.
La mejor solución es el jabón junto con una frotación
vigorosa. FALSO.
La limpieza agresiva no hace más que empeorar el caso. Se irrita
la piel, la infección se extiende y el efecto rebote suele ser peor que
el estado anterior.
Los puntos negros no son acné. FALSO.
Comer chocolate provoca acné. FALSO.
La exposición frecuente al sol es buena para tratar el
acné. FALSO.
Nada peor que justo el día en el que querés estar radiante y perfecta, un odioso granito aparezca en el medio de tu cara. A
no preocuparte, tenemos la solución para que ni vos ni nadie lo note.
Por eso, tus herramientas básicas serán una crema hidratante libre de aceites, un maquillaje en crema y polvo volátil, en lo posible, con pigmentos amarillos. Deberás extender la hidratante por toda la cara, especialmente, sobre el granito dejando que absorba bien. El objetivo es que la superficie del problema esté lisa, ni seca ni rugosa, dado que es más sencillo cubrir una superficie suave. Luego, con un pincel finito o la yema de los dedos, aplicás el fondo de maquillaje sobre la superficie del grano. Nada de corrector. Tené en cuenta que la función del antiojeras es iluminar una zona oscura del ojo, por lo tanto, su ponés corrector lo único que conseguirás es llamar la atención sobre el grano porque le darás mayor luminosidad.
Por último, sellá con polvo volátil en tonos amarillos con la
ayuda de una brocha. A la hora de Además de realizar este procedimiento, podés pintarte los ojos o la boca de manera llamativa para que la atención se centre en otro lugar de tu rostro. |